miércoles, 28 de diciembre de 2011

Mis queridos Reyes Magos:


Hola, mi nombre es… bueno, supongo que después de tantos años nos deberíamos conocer ya bastante bien, ¿no?

Otro año más os estoy escribiendo porque como veo que son ya muchos los regalos que me traéis en los que fracasáis, pues pienso que tendré que ir al grano (otro año más), pensé que después de dos años pidiendo lo mismo, entenderíais qué es lo que quiero de verdad, pero como no es así, os lo diré bien claro:
Que no quiero calcetines, colonias ni camisetas, no quiero esos estúpidos muñecos que le das a un botón y hablan y ni mucho menos quiero que me traigáis el mismo par de ropa interior que me traéis todos los años.
Si me molesto en escribiros una carta, ¿Por qué ni si quiera podríais gastar un minuto de vuestro tiempo en leerla?
En la carta del año pasado,en una parte de ella, más exactamente desde la línea tres a la veinte que es donde termina, hablo claramente de que le quiero a él, pero no lo quiero encontrar debajo de mi árbol, envuelto en papel de regalo, no por favor, eso sería una estupidez.
Sería un sueño hecho realidad el que un día venga y me diga: "shhh! Calla, que ya te enseño yo a ti para que sirven esos labios aparte de para hablar, que no se te puede querer más, simplemente porque es imposible…" y no lo es, porque imposible es, que yo te quiera como te quiero, eso es en verdad lo imposible.
Así que por favor, Melchor, Gaspar, Papá Noel, Pulgarcito, o quien puñetas esté leyendo esta carta: POR FAVOR POR FAVOR POR FAVOR, no me traigáis los estúpidos calcetines de siempre que no quiero, traédme lo que llevo muchísimo pidiendo sea o no sea Navidad, que lo quiero como a nadie, que lo quiero como si cada día fuese él último, y lo quiero mil millones de trillones veces más que veinte mil pares de calcetines.

No hay comentarios: